martes, diciembre 15, 2009

Mi cuento de hadas.

3 comentarios
Durante toda mi vida me he forzado a nunca mostrarle a los demás lo que en verdad siento, ahora a mis 22 años, cada vez que llega el día a su fin me acuesto y pienso, pienso en lo que anhelo y en lo hecho. Anhelo ese cuento de hadas que niego a los demás, anhelo ese hombre que me forzó a creer que no existe, anhelo eso que los demás piensan que no necesito, sin embargo siempre mantengo firme lo que para los demás es algo retorcido respecto a lo que anhelo, y cuando estoy a punto de entrar a un punto de quiebre, aparece la fe, me doy cuenta de que la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas, y me hace darme cuenta de que es como si los cuentos no hubieran sido exactamente como los había soñado, el castillo puede que no sea un castillo, que el príncipe no es necesariamente un príncipe y que no es tan importante eso de ser felices para siempre basta con ser felices en el momento.

Todo esto a veces me hace sentir fuera de lugar, siento que mi percepción de un cuando de hadas es un poco retorcida.

Aún recuerdo la primera vez que leí Romeo y Julieta, uno siempre escucha de esta trágica historia de amor. Una vez le dije a mi mama que Julieta para mi era una idiota, se enamoro del único que no podía tener a su lado y después culpa al destino de su propia decisión.

Todos piensan que Romeo y Julieta es una historia muy romántica, esa historia del amor verdadero, a mi me da pena el hecho de que ella haya sido tan tanta como para enamorarse del enemigo, tomar veneno y terminar 6 pies bajo tierra, para mi ella merecía lo que le paso.

Tal vez Romeo y Julieta estaban destinado a unirse, pero a mi parecer, solo por un tiempo, después término pasando el momento, si ellos hubieran sabido disfrutar el momento lo mas probable es que todo hubiera ido bien. Es por esto que tal vez le tome tanta importancia a simplemente ser feliz en el momento.

Yo llegue a un punto en donde NO SE QUE CREER, PERO SE LO QUE SIENTO, mi cuento de hadas es diferente a los demás, YO NO PUEDO PROMETERLE A NADIE CUIDARLO Y RESPETARLO POR LA ETERNIDAD, NI PODRÍA PROMETER ESTAR CON ESA PERSONA EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD, Y MENOS PODRÍA PROMETER EL “HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE”.

En este mundo puede haber princesas, grandes mujeres, lindas, inteligentes y demás adjetivos que se quieran encontrar, pero siendo realistas, nunca me han interesado esos cuentos con “princesas perfectas”.

En mí cuento de hadas SOLO ESTOY SEGURA de que yo quiero sentir y estar con alguien que sea mi compañero, mi amante, mi mejor amigo. Quiero alguien que haga latir ese corazón lleno de cicatrices y miedos, QUIERO A ALGUIEN REPLETO DE COSAS POR LAS CUALES DEBERÍA DE ODIARLO, PERO QUE POR ALGUNA EXTRAÑA RAZÓN SOLO ME HAGAN AMARLO MÁS. NO SOY UNA PRINCESA, SOY UN SER HUMANO, SOY UNA MUJER Y NO QUIERO UN PRÍNCIPE, QUIERO UN SER HUMANO, QUIERO UN HOMBRE Y LO ÚNICO QUE PODRÍA PROMETERLE ES ENTREGARME TAL Y COMO SOY.

Esta es mi idea retorcida de mi cuento de hadas, a veces lo esperado simplemente se queda en nada en comparación con lo inesperado. A veces me pregunto porque sigo aferrada a mis esperanzas, siendo que lo esperado es lo que me mantiene firme, inmóvil. PERO LA REALIDAD DE MI CUENTO ES QUE LO ESPERADO SOLAMENTE ES EL COMIENZO, LO INESPERADO ES LO QUE TERMINARA CAMBIANDO MI VIDA.
 

Janeth Vidales ♥ Copyright © 2013 Design by Janeth Vidales